La Instalación Sonora es un conjunto de estructuras metálicas diseñadas para producir sonido a partir de la interacción con el entorno y el movimiento de quienes la recorren. La disposición de varillas suspendidas, marcos resonantes y elementos vibratorios genera un paisaje sonoro en constante transformación, activado por el viento o por el contacto directo. Su construcción explora la relación entre el sonido, el espacio y el cuerpo, invitando a una experiencia inmersiva en la que la percepción auditiva cobra un protagonismo singular.

Ubicada en un punto elevado del terreno, la instalación aprovecha la topografía para proyectar el sonido a través del paisaje, expandiéndolo en múltiples direcciones. Los materiales metálicos amplifican la vibración y la dispersión del sonido, que varía según la intensidad del viento y la interacción de los visitantes. Su disposición invita a la exploración, despertando la curiosidad y el juego en quienes la atraviesan. Cada contacto con la estructura genera una respuesta sonora distinta, convirtiendo el recorrido en una experiencia lúdica donde el paisaje se escucha tanto como se observa.

Esta obra busca transformar el espacio en un instrumento vivo, donde la geografía y la acústica se entrelazan para generar un diálogo entre el entorno y quienes lo habitan.